Decir que las redes sociales se han convertido en un canal de comunicación indispensable hoy en día es ya una obviedad. Decir que cuidar nuestra identidad digital y cuidar nuestra reputación online es vital para nuestra vida profesional es también una obviedad. ¿Por qué entonces se siguen produciendo casos como el del profesor que ha acosado a su alumno vía Twitter?

Evidentemente aquí hay un problema que va más allá del desconocimiento de la repercusión de todo aquello que decimos en las redes sociales, hay un problema de ciberbullyng, de acoso, pero en este caso no por parte de un alumno a otro alumno, sino por parte de un profesor a su alumno por no compartir las mismas ideas políticas.

No vamos a tratar en este artículo cómo prevenir el ciberbullyng, sino que lo que vamos a hacer es tratar de dar unas pautas para que situaciones como esta no se produzcan, para que podamos utilizar las redes sociales en el día a día sin miedo a perder nuestro trabajo.

Porque esto que parece una exageración, perder el trabajo por un tuit, es algo que por desgracia pasa mucho más a menudo de lo que pensamos. Sin ir más lejos las pasadas Navidades el jugador de fútbol Sergi Guardiola fue fichado por el Barcelona B y despedido a las horas porque se encontraron unos tuits ofensivos con el club azulgrana contra Cataluña.

Sergi Guardiola lanzó unos tuits en 2013, sí en 2013; el contrato que le podía haber cambiado la vida se esfumó dos años después por un calentón que tuvo en Twitter en 2013, en los que en relación con un partido que jugaba el Real Madrid contra el Barça repetía “puta Cataluña”.

Todo queda, todo permanece, esta es una de las máximas que deberían regir nuestro comportamiento en las redes sociales.

¿Qué podemos hacer para evitar esto? ¿Qué medidas podemos tomar para que nuestra reputación online sea impecable?

Lo primero es configurar bien la privacidad y saber cómo funciona cada red social.

Por ejemplo, Facebook es fácilmente configurable para que las publicaciones sólo las vean nuestros amigos, y si queremos compartir algo con toda la comunidad y de forma pública, se puede elegir en el momento de publicarlo sin que esto afecte a la configuración que tenemos definida.

Pero Twitter en cambio, salvo que elijamos la opción de “proteger nuestros tuis” , en cuyo caso recibiremos una solicitud de la persona que nos quiere seguir y por tanto leer nuestros tuits, y nosotros decidiremos si la aceptamos o no, es completamente público y lo que escribamos en esta red social podrá tener alcance mundial.

Por eso la responsabilidad y el sentido común son primordiales.

En segundo lugar, tendremos que decidir si el uso que le vamos a dar a nuestras cuentas va a ser personal o profesional, pero ojo, esto no significa que si nuestra cuenta de Twitter es personal y en la bio ponemos el consabido “Las opiniones son sólo mías”, tengamos vía libre para escribir lo que nos de la gana.

Por eso en tercer lugar, yo siempre pongo como ejemplo que todo aquello de lo que no hablarías en una comida de negocios, son temas vetados en las redes sociales.

Salvo que tu profesión sea la de analista o crítico y tu trabajo sea precisamente opinar sobre ciertos temas, lo mejor es, tal y como comento en este artículo de ABC en el que me pidieron opinión sobre cómo tener una buena identidad digital siempre mantenerse al margen de temas como:

• Política

• Religión

• Sexo

• Futbol

Básicamente de lo que no se puede hablar en cualquier cena de Navidad con la familia 

Por lo tanto, conviene pensar antes de publicar, una vez escrita la publicación, leerla bien y pensar en que los demás no tienen por qué saber el sentido con el que estamos diciendo las cosas, pensar si puede perjudicar a nuestra imagen o a la de nuestra empresa, y pensar si realmente tenemos algo que aportar.

Para finalizar, resaltar la importancia de la formación y la información tanto a nuestro equipo dentro del ámbito empresarial, como a nuestros niños y a los padres en el ámbito familiar.

Las empresas están en la obligación de formar e informar a sus empleados para que estos puedan usar las redes sociales , si así lo deciden, de una forma consciente y útil para hacer crecer la empresa sin riesgo a causar una crisis de reputación online.

María Bretón

Responsable de Marketing y SMM de GlobalNET Solutions