El informe Horizon, que se ha publicado por sexto año consecutivo, viene a arrojar luz sobre el futuro y los desafíos de las tecnologías que tendrán impacto en la Educación de los niños de Primaria y Secundaria.

En este caso, nos cuenta lo que ocurrirá de aquí a 2021 con el objetivo de ayudar a la toma de decisiones que mejoren la enseñanza, el pensamiento creativo y el aprendizaje tanto por parte de las instituciones educativas, como de los centros y de los profesores.

Para ello, en este estudio global, explican las seis tendencias y sus desafíos a corto plazo, es decir, a uno o dos años vista; a medio, en el caso de aquellas que seguirán destacando entre 2019 y 2021; y a largo, que son las que “ya tienen influencia en la toma de decisiones tecnológicas y continuarán siendo importantes más allá de 2021”.

Pero, cómo afectarán las tendencias, en primer lugar, a los alumnos. Desde ya y a temprana edad, es necesario alfabetizar a los niños en programación, mostrarles el funcionamiento de los ordenadores para enseñarles a pensar con lógica y con una actitud crítica, habilidades imprescindibles en un mundo laboral cada vez más digitalizado. Además, así se fomenta la resolución de problemas, la colaboración y aumenta la motivación, sobre todo de los estudiantes con menos interés.

El aprendizaje STEM (science, technology, engineering y mathematics) sigue siendo importante pero también lo es unificarlo con las artes, el diseño y las humanidades para dar nuevos enfoques, más creativos. Según indica el informe, “La integración en la danza, el teatro y las artes visuales de materias como las matemáticas y ciencias puede ayudar aún más a los alumnos a implicarse con las asignaturas de nuevas maneras”. Es lo que se ha dado en llamar STEAM, donde la A añadida se refiere al Arte.

A largo plazo, es importante avanzar en “la cultura de la innovación” que significa, en concreto, la instauración políticas flexibles donde el estudiante se convierta en el centro, con iniciativas que tengan en cuenta e incluyan sus opiniones, pasando de sujeto pasivo a activo. Se trataría de desarrollar en ellos, una vez más, el pensamiento crítico, la resolución de problemas, y que aprendan y colaboren a su propio ritmo, basándose en proyectos, en retos y en investigación.

Ahora bien, dicho esto, veamos el papel que los centros escolares y los profesores juegan en todo ello, algo que el informe también destaca.

Los docentes se enfrentan a retos complicados en los próximos años. Como tendencia a largo plazo, habrán de centrarse en estrategias para lograr lo que veíamos más arriba, que los alumnos sean los que realicen y dirijan sus propias investigaciones. Se vuelve importante aquí el compartir y aprender de los compañeros a la hora de implementar métodos y actividades de aprendizaje profundo.

Esto conlleva un desafío porque supone replantearse su papel ya que, incluso, tendrían que asumir el riesgo de probar nuevos métodos y recorrer el mismo camino formativo que los estudiantes. Estos retos suponen todo un hito en el desarrollo profesional de los docentes, donde GlobalNET puede ayudar impulsando su formación, entre otras opciones, mediante el CDC (Conocimiento Didáctico del Contenido) para mostrarles cómo utilizar las herramientas digitales con un propósito educativo.

Se trata de un aspecto de suma importancia porque, por ejemplo, entre las tecnologías que serán adoptadas a largo plazo, figura la Inteligencia Artificial. Desde luego, no suplantarán el papel del profesor “en la enseñanza de habilidades complejas,como el pensamiento crítico, la empatía y la creatividad, pero sí puede ampliar su capacidad para fomentar el aprendizaje colaborativo, por ejemplo, evaluar el progreso del alumnado, para tareas administrativas, y a mejorar sus prácticas pedagógicas”.

Con respecto a los centros escolares, existe una tendencia, que señala el informe, por la medición del aprendizaje. A medio plazo, es decir, antes de 2021, existirán herramientas que evaluarán la actitud, el progreso y los logros académicos de los alumnos, y la adquisición de competencias. Serán las Analíticas de Aprendizaje, que consisten “en la recolección, análisis y presentación de datos sobre los alumnos y sus contextos” y que “conducirán a un cambio positivo en las aulas”.

El informe aboga por entornos de aprendizaje mixtos, que incluya formación presencial y virtual, donde los espacios físicos de aprendizaje dejen de ser estructuras rígidas y se conviertan en “móviles, flexibles, variados y conectados”, con un diseño sostenible que permita, además de mejorar el bienestar de los estudiantes, optimizar el ahorro de energía.

La mejora de la alfabetización digital también su pone un desafío para los centros, aunque fácil de acometer, según indican en Horizon. Los colegios se enfrentan a tres retos: ofrecer a los alumnos la creación de sus propios contenido y experimentar como se construye y difunde el conocimiento, integrar todo ello en el currículo, y considerar que el acceso a Internet y la alfabetización digital “deben ir de la mano”.

Son dilemas relevantes en los que la asistencia de una empresa especializada, como GlobalNET, se hace necesaria para acompañar y facilitar los procesos de digitalización, de forma que evaluamos la situación, iniciamos el cambio, expandimos del aula piloto a todo el centro y consolidamos la transformación.

Sin embargo, existen desafíos mucho más complicados que habrá que afrontar y donde las administraciones jugarán un papel destacado, como acabar con la brecha de resultados por cuestiones extraacadémicas (estatus socioeconómico, raza, etnia, género, desigualdades geográficas,…) y encontrar recursos “incluyendo financiación, tiempo y personal, para implementar de manera efectiva las pedagogías innovadoras de enseñanza y aprendizaje destacadas en este informe”.

Entre las innovaciones que deberemos asumir, a corto plazo, están los makerspaces y la robótica; a medio las tecnologías analíticas, de las que ya hemos hablado, y la realidad virtual; y a largo, la inteligencia artificial, que impactará tanto en los centros como en los docentes, y el Internet de las cosas, que servirá para que los colegios traduzcan la información física al espacio digital: “cómo se mueven los alumnos, con quién interactúan y los impactos de estas acciones en su aprendizaje profundo”, siempre teniendo presente el tema de la privacidad de los datos.

Se trata, por lo tanto, de un informe de mucho interés y que recomendamos leer con calma para extraer toda la información.

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