Una de las promesas electorales del actual gobierno en funciones es que, si gobernaban, en el plazo de un lustro iba a implementar “un plan de ‘mochila digital’, que contempla la gratuidad del material escolar digital para los alumnos de Educación Primaria, Secundaria y Bachillerato”. Se trata de un tema controvertido porque ha generado bastantes más preguntas que respuestas.
Esta circunstancia no es nueva. Todos los finales/comienzos de curso, desde hace un par de años, los implicados en el sistema educativo debaten sobre cómo y en qué condiciones hacer la transformación digital de los centros educativos.
La cuestión es que, en principio, se trataría más de un lavado de cara que de un cambio real en la enseñanza. Los libros y cuadernos que ahora cargan sobre sus espaldas los niños, unos ocho kilos, se trasladarían tal cual a tabletas, que reducirían el peso a más o menos medio kilo, lo que ya es mucho.
Sin embargo, una verdadera transformación implica mucho más que cambiar el papel por un dispositivo móvil; necesita de una verdadera plataforma educativa que incluya:
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actividades y recursos interactivos que sean audiovisuales,
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entornos colaborativos para trabajos en grupo y creación de contenidos,
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software de gestión docente,
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herramientas de comunicación entre todos los implicados (padres, profesores, centros y alumnos)
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y material escolar como calculadoras, atlas, agendas, reglas o diccionarios, entre otros.
También implica una importante adaptación del centro educativo, que debe proveerse de una buena y segura conexión a Internet y pizarras digitales, en cuanto a la parte tecnológica. Además, ha de dar formación al profesorado sobre las novedades que se van a implantar y las posibilidades que ofrecen e incluso al alumnado, que no tiene por qué conocer el funcionamiento de los recursos que se ponen a su disposición.
Asimismo, los padres han de estar implicados en todo el proceso para que conozcan los programas e innovaciones educativas y, en la medida de lo posible, las puedan trasladar a los hogares.
Pero, lo más importante, es cambiar el modelo pedagógico, la forma de enseñar, lo que requiere de la participación de organismos, centros, profesores, padres y alumnos. Todas las partes han de sentarse y establecer cómo transmitir las competencias que los niños han de desarrollar utilizando la tecnología al servicio de la Educación, nunca al revés.
En GlobalNET Solutions, a través del área de transformación digital educativa, estamos implicados al máximo para ofrecer soluciones completas a los centros educativos y a los profesores, de forma que sean motores del cambio porque sin su implicación, será imposible el camino hacia la digitalización. Ofrecemos asesoramiento, consultoría y acompañamiento a los centros educativos españoles en la gestión de todo este proceso.
Así pues, al nuevo gobierno que termine constituyéndose, le queda la importante labor de escuchar a todas las partes y legislar en consecuencia. Debe incluir también a la oposición porque la Educación ha de ir más allá de cuatro años, y de hacer un lavado de cara, que se quede en ello, sin una verdadera transformación digital.
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