Archivo por meses: julio 2016

Es tiempo de Vacaciones

Después del largo y ajetreado curso llegan las ansiadas vacaciones.

Los niños están agotados después de largas jornadas escolares y múltiples actividades.

→ Es tiempo para disfrutar sin horario, sin prisas, sin estrés.

→ Es tiempo de dejara un lado móviles, tabletas, ordenadores y otros dispositivos tecnológicos.

→ Es tiempo de dar un descanso a la mente, dejando espacio para soñar, imaginar y encontrarnos con nosotros mismos.

→ Es tiempo de descanso, de dormir a pierna suelta sin que suene el despertador.

→ Es tiempo de practicar hábitos saludables de comida, como un buen desayuno.

→ Es tiempo de compartir juegos en familia, con abuelos, tíos y primos.

→ Es tiempo de ocio al aire libre, de practicar deportes con amigos.

→ Es tiempo de desarrollar la imaginación y creatividad.

→ Es tiempo de asumir tareas y responsabilidades domésticas, para favorecer la autonomía y colaboración en casa.

→ Es tiempo de lectura, despertar la curiosidad, vivir aventuras y aprender a través de los libros.

→ Es tiempo de trasmitir valores como el respeto, la tolerancia y la empatía.

→ Es tiempo de diálogo, escucharles y desde un modelo asertivo enseñarles a defender sus ideas y criterios.

→ Es tiempo de crecer como personas, aprender de los errores, afrontar los conflictos de una forma positiva, asumir las consecuencias de las conductas.

Cada verano es único, es una oportunidad para mostrar a nuestros hijos lo mejor de nosotros.

Recuerda que somos modelos para los hijos, que nos copian todo lo que digamos y hagamos.

Haz que este verano sea especialmente recordado por tus hijos.

vacaciones de verano en familia

Marta Meynet

Psicóloga especialista en Educación Infantil

Directora del Dpto. Psicopedagógico de GlobalNET Solutions

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La Seguridad de los Datos Empresariales en la Era Digital

Primero fueron los archivos en armarios archivadores, cuya llave solo tenía la persona responsable. Con la llegada y generalización de los ordenadores, hará ¿cuánto? ¿Treinta años? ¿Veinte?, empezamos con las copias de seguridad en discos duros que se guardaban en bancos u organizaciones especializadas o, en el peor de los casos, en la caja fuerte de la empresa. Los datos, en ningún momento, salían de ella por lo que la seguridad, estaba más o menos garantizada.

De un par de años a esta parte, al generalizarse los dispositivos desde los cuales los empleados pueden conectarse en remoto para trabajar desde prácticamente cualquier lugar del mundo, las cosas han cambiado mucho.

la evolución del almacenamiento de datos

Ahora los datos están en la nube, es decir, en programas propios de las empresas, como los que ofrece GlobalNET Digital, o en otros como Dropbox, Google Drive o One Drive. Los profesionales pueden acceder a ellos desde cualquier dispositivo y lugar con una simple conexión a Internet, editarlos, modificarlos, borrarlos, enviarlos y escribirlos.

Desde luego, las ventajas son enormes. Ya no es necesario que el trabajador esté en la sede de la empresa o cargue con pesados catálogos. No es necesario que escriba en un papel un texto que puede perder. Se fomenta la colaboración para que los documentos sean más completos y se evitan reuniones físicas.

Si hablamos del BYOD (bring your own device -trae tu propio dispositivo-), la cosa se complica al tiempo que se facilita. La organización se ahorra los costes de móviles, portátiles y tabletas. Al trabajador le resulta más fácil dominarlo pues es suyo, ya lo utiliza de forma personal, lo que aumenta su productividad y su nivel de satisfacción.

Es más, según se hace eco el diario Cinco Días, “el 66% de los encuestados utiliza sus dispositivos móviles personales para el trabajo; el 92% confirma que tiene datos corporativos sensibles en los smartphones y tabletas que utilizan tanto para el trabajo como para sus actividades personales; seis de cada diez usuarios (el 60%) están preocupados por las ciberamenazas y el robo de información a través de dispositivos móviles, pero no protegen activamente sus smartphones y delegan esa responsabilidad en la empresa”.

Sin embargo, el uso de dispositivos ajenos a la empresa entraña cuatro peligros principales: el robo del dispositivo, el acceso de personas no autorizadas a través del hackeo, etc., los empleados descontentos (malicious insiders) y el riesgo de software malicioso.

malware

Cuando el trabajador pierde un móvil con acceso directo a la nube de la empresa o en el que están cargados datos sensibles sin ningún tipo de protección o siendo esta insuficiente, nos encontramos con una importante brecha de seguridad. También los empleados que se quieran ir o que hayan sido despedidos, pueden copiar datos para llevarlos a la competencia o cosas peores.

Lo mismo ocurre si terceras personas acceden a él a través de, por ejemplo, la descarga de aplicaciones inseguras o la conexión a redes wifi sin la suficiente protección que pueden dar el control del dispositivo a un hacker. A parte de que es posible que si un dispositivo BYOD tiene un virus, en el momento de conectarse a la red de la empresa, lo pueda extender por toda ella.

No obstante, existen soluciones que permiten combatir estos problemas, siempre y cuando la empresa sea consciente de que existen. Así que, lo primero es darnos cuenta del problema, evitando lo que Marina Brocca llama el pensamiento mágico empresarial, es decir, “si no pienso en eso, nunca pasará”, porque sí, pasa, más de lo que nos imaginamos.

Por lo tanto, he aquí algunos consejos para evitar el robo de datos:

  • Una fuerte política de seguridad de la empresa que también contemple el BYOD.

  • Formar al trabajador y concienciarle de la importancia de preservar los datos, también los personales.

  • Utilizar siempre conexiones seguras evitando las wifis públicas, con poca protección o cuyas claves conozcan demasiada gente.

  • Separar en el dispositivo la parte personal de la profesional, lo que se puede hacer perfectamente.

  • Nunca trabajar en local, esto es, en la memoria del propio dispositivo, descargando el archivo.

  • Hacer copias de seguridad habituales.

  • Dar acceso segmentado a la información según los requerimientos del trabajador, no que todo el mundo pueda entrar en todo, al menos que sea necesario.

Pero, lo más importante, tener sentido común a la hora de manejar los datos y concienciarnos de su importancia. Gracias por comentar y por compartir.

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La Formación de quien forma a los Formadores

Hay ocasiones en las que, según te están impartiendo una clase, te preguntas a ti mismo, ¿quién formará a los formadores? Pues sí, aciertas, existe tal profesión. Parece una especie de sin fin, porque ellos, a su vez, necesitan prepararse… y es de lo que vamos a hablar en este artículo del blog de GlobalNET Solutions.

formación para los formadores

Todos sabemos que, en el caso de los centros educativos, los profesores de los más pequeños deben ser licenciados en Magisterio y especializarse en Educación Infantil, o bien tener un grado o cursar un Ciclo de Formación superior en dicha materia.

Para Primaria, necesitan el grado correspondiente en Magisterio; mientras que para Secundaria y FP, debe ser licenciado o graduado, ingeniero o arquitecto, o doctor y, además, hacer el CAP (Curso de Adaptación Pedagógica).

Por último, para ser profesor universitario, hay que sacarse el título de doctor. Así pasa, en este último caso, que puede tratarse de una persona con grandes conocimientos pero nula capacidad de comunicarlos a sus alumnos.

Es lo mismo que ocurre con los docentes de másteres, cursos y otras formaciones para adultos. El bagaje profesional está garantizado pero no la facilidad que pueden tener para transmitirlo. De ahí la importancia del formador de formadores.

El formador debe cumplir con una serie de capacidades puesto que, si él mismo no las tiene desarrolladas y asumidas, es difícil que pueda enseñarlas. En definitiva, tiene que estar en posesión de unas determinadas competencias personales y profesionales, como las que ofrece el programa DESCOM de GlobalNET Solutions, y que son, entre otras:

  • Comunicación tanto verbal y no verbal, como grupal e interpersonal.

  • Habilidades sociales, directivas y de liderazgo.

  • Inteligencia emocional.

  • Gestión del cambio y de los conflictos.

  • Creatividad e iniciativa.

  • Razonamiento crítico y toma de decisiones…

Asimismo, debe ser capaz de realizar un diagnóstico de la situación de sus alumnos y planificar las acciones apropiadas para que consigan alcanzar el objetivo, es decir, convertirse en buenos formadores.

Además, ha de tener nociones de psicopedagogía y, sobre todo para los profesionales en paro, ser capaz de hacerles una orientación ocupacional adecuada a sus características.

Sin embargo, la realidad es tozuda. En vez de adecuar la enseñanza a las características y perfil de los alumnos, nos encontramos con temarios exactamente iguales curso tras curso. En vez de elegir, crear y usar materiales y recursos didácticos en evolución, continúan con los mismos desde hace décadas. En vez de hacer evaluaciones que, de verdad, permitan apreciar la asimilación de conocimientos, hacen exámenes que solo premian la buena memoria, algo que de aquí a una semana se ha olvidado.

Estos puntos son muy graves porque se trata de formar a las personas que, a su vez, se encargarán de enseñar a los profesionales de las empresas. No basta con tener conocimientos sobre una determinada materia, es necesario estar actualizados sobre ella, adaptarse a los alumnos, de ahí las clases con pocas personas, y elaborar los materiales precisos, utilizando las vías necesarias y más actuales para afianzar el aprendizaje. Y, ante todo, saber cómo transmitir todo ese bagaje.

De ahí que ellos también necesiten una formación continua, que asegure la actualización de sus competencias y sea acorde con los tiempos que vivimos, con la tecnología precisa al servicio de los objetivos marcados.

La próxima vez que nos forme un profesional seguro que lo veremos con otros ojos. Gracias por comentar y por compartir.

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La Comunicación Gráfica en los Museos

Durante el siglo XVIII y principios del XIX, los museos estaban llenos de sucedáneos, de lo falso. Fue la época en la que los gestores de los museos entregaban originales de famosas figuras clásicas, normalmente mutiladas, a renombrados escultores para que las recompusieran o las completaran según los gustos de la época. Tal cosa hizo que las salas se llenaran de imágenes con brazos, piernas y cabezas artificiosas que, si bien pretendían un efecto de verosimilitud, no eran reales y, por tanto, susceptibles de ser inexactas y de dudoso rigor histórico.

Museo Británico - Londres

Tuvieron que pasar años hasta que un centro, en este caso el Museo Británico, decidiera que se retiraran los vaciados de yeso y los mármoles del Partenón fueran expuestos sin restaurar, es decir, sin añadidos, auténticos, tal como estaban cuando fueron descubiertos. Tras este se sumaron el resto de los museos. Esa corriente, pasajera y afortunadamente concluida, fue siempre contra el espíritu de lo que representa un museo, como espacio y dominio de la autenticidad. En el museo solo cabe lo auténtico, lo real. Esta corriente, a pesar del tiempo transcurrido, parece volver a imponerse en el espacio museístico, aunque con otros elementos.

A pocos kilómetros de Bruselas, existe un lugar singular y que es probablemente el escenario más famoso e influyente en la historia europea de los últimos 200 años. Lo ocurrido el 18 de junio de 1815 en la localidad valona de Waterloo, y sobre lo que es hoy una amplia llanura primorosamente cultivada con trigo, coles, algunos árboles frutales rompiendo la monotonía de paisaje, este escenario, en fin, supuso el fin del sueño imperial de Bonaparte y todo lo que rodeó aquella jornada despierta una fascinación, que comparten muchos de los miles de turistas, escolares y especialistas que visitan cada año el escenario de la batalla.

Como ajeno a la planicie surgen construcciones como la Colina del León, mirador sobre el que se aprecia el derrotero de la batalla, o el Memorial 1815, donde se recrea en su contexto histórico con gran derroche de medios tecnológicos, desde un ciclorama de 180º, hasta películas en 4D.

En una sala secundaria y prácticamente invisible a los visitantes ávidos de experiencias multimedia, se encuentra una reproducción en un panel de una de las mejores infografías de todos los tiempos en cuanto al rigor en los datos, síntesis de la información y las relaciones entre los diferentes elementos. Me estoy refiriendo a un diagrama de fiebre, que representa la operación militar de Napoleón, su flujo y su reflujo, desde Francia a Rusia y regreso, con información muy visual de cómo se iba reduciendo su número a lo largo del viaje, con una serie de datos paralelos de lugares por los que había pasado o sobre temperatura hallada en cada punto del largo trayecto.

Detengámonos un momento en el autor. El ingeniero francés Joseph Minard (1781-1870) es un pionero, y sus diagramas se muestran como ejemplos históricos de este tipo de manifestaciones gráficas. Una de las más llamativas esta, que muestra de forma visual la compleja y desastrosa campaña de Napoleón en Rusia (1812), que informa de varias cosas a la vez: en el original, de un color marrón claro y con una línea gruesa de partida señala el volumen de hombres que salió hacia el Este, también el origen y destino de la columna de militares franceses; el número se va reduciendo por diversas causas y Minard hace más estrecha la representación de la marcha conforme el itinerario se va desarrollando; quien ve la gráfica entiende perfectamente el significado.

Además, en cada encrucijada, expone el número de hombres que componían la columna central y los que tomaron otro camino. La línea de vuelta, en negro, igualmente se adelgaza, como reflejo del menor número de hombres que regresa y perece por el camino. Esta nueva información comunica la tragedia humana que supuso aquella aventura militar francesa. A cada trecho señala el número de soldados que van quedando por el camino: de 422.000, llegaron 10.000 hombres.

En la parte inferior, establece las temperaturas que el ejército encontraba a lo largo de los meses que duró la campaña, desde junio de 1812 hasta el mes de octubre, cuando regresaron, con -26ºC. También nos dice que la partida se realizó desde el río Niemen, en la frontera de Polonia y Rusia, y narra los sucesivos accidentes geográficos que hallaron en el camino. Igualmente, en la gráfica de vuelta, encontramos el desastre que supuso el cruce del río Berezina, con una fuerte reducción de la tropa, que de 50.000 hombres quedó reducida a 28.000 en un breve espacio geográfico.

Visualizacion-Carta-Napoleon-Charles-Minard

En definitiva, un esplendido trabajo que tiene casi siglo y medio (1869) y sigue siendo ejemplar y útil para dejar patente que la información gráfica es una formidable forma histórica de comunicación y que las soluciones para mostrar conceptos comprensibles sin adornos superfluos que, a pesar de carecer de espectacularidad, añaden claridad al mensaje y finalmente conducen a ser pedagógicamente eficientes.

La tendencia actual de los museos es la contraria. Las recreaciones virtuales ganan espacio, aunque no aportan mayor conocimiento, emborronando el mensaje, distrayéndonos de lo importante y primando lo accesorio en un espectáculo pirotécnico de imágenes en movimiento. Puede parecer un contrasentido querer introducirla precisamente en el templo de la autenticidad que es el museo.

Por otra parte, en una época en donde lo virtual sustituye a lo real en muchas ocasiones y en donde nuestros sentidos y percepciones son engañados precisamente por la virtualidad, la existencia de un reducto de autenticidad, de realidad, constituye un valor innegable. Por otro lado, la influencia de lo “virtual” en nuestra civilización de flujos de información irá creciendo y acabará, sin duda alguna, alterando para siempre nuestra visión del mundo, algo que no está exento de una gran confusión, como mencionábamos anteriormente.

La verdad, como en todo, está en el término medio. La información audiovisual es una herramienta llena de posibilidades para la comunicación interactiva. Si nos centramos en la educación, los alumnos buscan en las plataformas interactivas de los museos datos que les permitan realizar sus actividades escolares a la vez que satisfacen su curiosidad. Todo ello en consonancia con estrategias didácticas adaptadas al actual contexto comunicativo de la era de la información, en interés de lograr una completa alfabetización del alumnado, necesaria para la adecuada interpretación recibida a través de estas herramientas.

Es innegable el poder audiovisual frente a aquella concepción única de la palabra, como poseedora de conocimiento y reflexión. Por tanto, el lenguaje audiovisual de los museos no debe quedarse en una fase meramente contemplativa, sino que debe quedar inmersa en la interacción comunicativa que le añada significación.

También es cierto que con la recreación infográfica de la realidad, los museógrafos disponen de una herramienta fundamental. Podemos crear zonas expositivas adelantando a la vista detalles que antes de la aparición de esta solución tecnológica era imposible recrear. Además, solíamos hacer ilustraciones realistas que llevaban mucho tiempo realizar, encareciendo el proyecto en muchos casos hasta límites imposibles de asumir por los museos. Eso ya no es así para beneficio de todos.

El avance de la tecnología es un cambio continuo en la humanidad y en cada cambio ganamos cosas, como eficacia, velocidad o rentabilidad, pero en el camino perdemos otras, tales como el concepto de globalidad, las causas y el método para acceder al conocimiento. Cada invento nos hace la vida más fácil, pero no necesariamente más inteligentes. El acceso a una información que favorezca el razonamiento lógico, la abstracción y el método es el reto al que se enfrenta actualmente la manera de mostrar la información en los museos.

Arturo Castellano

Director de Arte en Cave Canem Media

Director Creativo de GlobalNET Solutions

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Inmersión en un Idioma para salir por fin del nivel intermedio

Piensa en cómo aprendimos español. Cuando éramos unos bebés, nuestros padres y la familia solo se dirigían a nosotros en él, es decir, escuchábamos, escuchábamos y escuchábamos. Aún no teníamos la capacidad de comprenderlo y mucho menos de hablarlo.

Luego empezamos a comunicarnos con palabras sueltas básicas para hacernos entender y a relacionarlas con personas, objetos, etc: papá, mamá, agua (“aba”),… Y después les añadimos los determinantes, los verbos, los complementos hasta completar frases cada vez más complejas.

bebé hablando por teléfono

Si nos equivocábamos, la familia nos corregía. Todos ellos debían tener mucho cuidado con lo que decían delante de nosotros porque éramos verdaderos loritos de repetición y nos quedábamos con cualquier nueva palabra que oíamos.

En definitiva, aprendimos escuchando, repitiendo, equivocándonos y, sobre todo, inmersos en el idioma, en nuestra lengua nativa. El porqué de las construcciones gramaticales vino después, una vez que ya estábamos en la escuela y éramos perfectamente capaces de expresarnos, primero con esa media lengua que caracteriza a los peques y luego sin problemas. Aún no podíamos leer pero hablábamos por los codos, sin miedo ni vergüenza.

Apliquemos el sistema al aprendizaje de otros idiomas. La diferencia es que, ahora, podemos compaginar la parte gramatical con la lingüística y entender, desde el primer momento, las estructuras básicas y luego las más complejas.

La clave es una: la inmersión. Cuando estamos leyendo, escuchando y hablando constantemente en un mismo idioma, sin la intromisión de otro, repetimos las circunstancias que nos llevaron a aprender el nuestro y contar con un nativo que nos corrija cuando erramos, sea el profesor, la familia de acogida, o ambos, es vital para ir en el camino correcto.

Los planes de estudio actuales incluyen la enseñanza de un segundo idioma como un aspecto importante de la formación de los alumnos. Sin embargo, nuestro sistema aún adolece de grandes limitaciones y el aprendizaje de la gramática se prioriza sobre el resto de los aspectos que conforman una lengua. Así, los jóvenes salen con la base pero sin saber cómo desarrollarla, sin saber comunicarse.

Es justo la forma contraria a como aprendimos el idioma materno. En vez de escuchar, comprender, repetir, hablar y explicar los porqués, nosotros tenemos claros los porqués, puede que repitamos, a ratos comprendemos, más lo escrito que lo verbal, escuchamos poco y nos da vergüenza hablarlo.

La inmersión lingüística, si se hace de la forma adecuada y una vez que tenemos la base, supone un importante paso hacia el dominio de un idioma. Conlleva, además, una gran cantidad de beneficios que sobrepasan el aprendizaje. El principal es que permiten conocer la cultura y la personalidad de las gentes de país donde lo hablan. Al fin y al cabo, una lengua es el reflejo de un territorio y hay que entenderlo para poder dominarla.

inmersión lingüística

Sin embargo, para los más jóvenes, los beneficios son aún mayores. Se sentirán más independientes, adquirirán mayor seguridad en sí mismos, se relacionarán con terceras personas, lo que les llevará a ser más abiertos de mente, se harán más responsables, etc.

Por supuesto, para conseguirlo, es necesario que el curso tenga una serie de características:

  • Es importante que el alumno se relacione con personas ajenas a la propia cultura, de forma que la única vía de comunicación sea el idioma que pretende aprender.

  • Asimismo, ha de disponer de profesores nativos para enseñarle y corregirle cuando sea necesario, y mejor aún si convive con una familia del lugar porque le mostrarán el lenguaje real, no el que se aprende en una academia, que no siempre es el más actual.

  • También ha de existir un fuerte componente cultural, por el que se sumerjan en los usos y costumbres de la zona, e incluso en su historia.

  • Es necesario que, además, tenga la suficiente extensión temporal para que se produzca la inmersión del alumno con garantías de éxito.

  • Y, lógicamente, el curso ha de estar bien respaldado por instituciones de prestigio, con años de experiencia en la enseñanza de idiomas en el extranjero.

Si quieres saber más, en GlobalNET Language Solutions te invitamos a contactar con nosotros. Trabajamos con las mejores instituciones educativas para conseguir que dejemos el sempiterno nivel intermedio y pasemos a jugar en las ligas mayores.

Gracias por comentar y por compartir.

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