Muchas empresas, sobre todo medianas y grandes, ofrecen formación in company, anglicismo con el que se conoce a la enseñanza a profesionales dentro del trabajo. Lo que no es óbice para que estos puedan aprender en cursos a través de Internet o fuera de dicho entorno laboral.
Sin embargo, cuando hablamos de los docentes, raros son los colegios que ofrecen la posibilidad in company y muchos menos los que crean un calendario con las necesidades que detectan entre sus profesores. Ellos buscan estar actualizados gracias a las carencias que detectan de sí mismos, más que a una planificación consciente propia o del centro educativo.
Desde GlobalNET Solutions, queremos concienciar a ambos de la importancia que tiene acordar al principio de curso, igual que la enseñanza de los alumnos, la de los propios maestros, en consonancia con las necesidades de la escuela. Queremos romper con el refrán tan común de “en casa del herrero, cuchillo de palo”.
Siempre aconsejamos hacer una auditoría inicial para ver cuáles son las necesidades de las dos partes para poder conjugarlas en un calendario formativo dentro del propio colegio. Es el primer paso que establece las prioridades, los mejores formatos y los tiempos más adecuados para alcanzar los objetivos de aprendizaje. También detecta las carencias y asegura los planes de carrera de los profesionales.
Para ello, también se evalúa la competencia digital docente, con el fin de proveer de soluciones que vayan más allá del presente y puedan implementarse a medio y largo plazo.
En sintonía con los resultados obtenidos, hacemos un informe que pasamos a las partes para redondear al máximo el plan formativo anual y asegurarnos de cumplir con las expectativas de unos y de otros.
Eso sin perder de vista en ningún momento las siete claves que deben guiar el proceso, a saber:
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La reflexión sobre cómo los cambios tecnológicos y sociales han influido en la educación y en el profesorado.
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El facilitar herramientas prácticas que puedan ser aplicables al día a día en el aula.
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La investigación las aplicaciones disponibles y sus posibilidades de uso para mejorar el proceso educativo.
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La construcción para cada una de ellas un “inventario de utilización pedagógico”. En él estarían contempladas las opciones curriculares que aportan, su potencia pedagógica y el valor añadido que pueden ofrecer para el aprendizaje.
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Iniciarse en aplicación de dichas herramientas y observar sus pros y contras.
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La extracción de conclusiones.
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La evaluación de la calidad formativa, aportando elementos de mejora.
Tras ello, se trata de proveer al centro de lo que necesite para sacar adelante el plan acordado. La metodología debería ser práctica y “basada en provocar la reflexión del profesorado sobre las herramientas a trabajar y su puesta en práctica contextualizada en el marco de su utilidad pedagógica”.
Este proceso buscará simular con los docentes las iniciativas que se pueden desarrollar y trasladar al alumnado. Se trataría de fomentar el aprendizaje activo, la implicación, la investigación y el trabajo grupal.
Las ventajas de la formación dentro del propio centro y de contar con un calendario son evidentes. Entre ellas, las siguientes:
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Al no tener que trasladarse y conocer de antemano la enseñanza que van a recibir a lo largo del año, los profesores podrán mejorar su planificación del tiempo.
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Los cursos se harán en consonancia con las necesidades del colegio y no solo del maestro.
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Los docentes recibirán la enseñanza que precisan en la actualidad y también de cara al futuro, para el desarrollo adecuado de sus planes de carrera.
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El centro será más competitivo al tener unos profesionales bien formados y conseguirá una mayor retención del talento.
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Con las soluciones llave en mano que aportamos, solo ha de pedirnos presupuesto sin compromiso y dejarnos hacer, sin mirar cincuenta proveedores para cubrir las mismas necesidades. Pídenos más información.
Qué otras ventajas se te ocurren. Gracias por comentar y por compartir